SERGIO DEL MOLINO - AULA LITERARIA GABRIEL Y GALÁN





Los alumnos de 1º curso del Bachillerato de Artes acudieron ayer a las 12 a la cita que tenía con el escritor y periodista Sergio del Molino.
La actividad extraescolar se enmarca en el Aula literaria “Gabriel y Galán” y reunió en el IES Gabriel y Galán placentino a un buen número de alumnos de bachillerato de los diversos centros educativos adscritos a esta iniciativa.
El autor madrileño se acercó a su obra de manera confidencial y cercana y explicó la evolución en su obra como un proceso lógico resultado de sus complejas experiencias vitales. De manera sencilla y humorística, explicó a los jóvenes su búsqueda inicial de una literatura transgresora, casi gamberra que consideraba estimulante y como dejó atrás ese estilo, de manera obligada, tras la terrible experiencia de la muerte de su hijo.
La hora violeta, que narra esa durísima experiencia vital, representará un enorme cambio en su trayectoria. Los elementos novelescos desaparecen y el autor se acerca a la confesión para contarnos la enfermedad y muerte de su hijo.
Con su buen hacer, explicó a los chavales como esa durísima experiencia lo transformó como persona y también como escritor. Ahora nace en él la necesidad de escribir “en serio” y todos los libros posteriores nacerán bajo esa máxima.
Lo que a nadie le importa abordará de nuevo ese tema de la muerte, que tanto le marcó, desde una doble perspectiva: la del autor joven y la del autor adulto, dos voces que se superponen y se hacen inseparables para el lector.
Confesó el autor que busca que su obra no nos deje indiferente, que nuestra vida se altere, que no podamos mirar hacia otro lado. Esto no lo llevará a cabo a través del melodrama ni del sentimentalismo sino mediante un tono conversacional que exige un lector cómplice, algo bastante antimoderno.
Tras la exposición inicial, el escritor se mostró receptivo, abierto y contestó a un montón de preguntas sobre su obra y su pensamiento. Les desveló, por ejemplo, que era desde siempre un niño raro, que ya con ocho años escribía cuentitos y que, cuando leyó a Julio Verne, no soñaba con viajar en globo ni en el Nautilus sino con ser ese ser barbudo que escribía las historias.
Así quedó claro que siempre había querido ser escritor y que decidió ser periodista porque le pareció lo más parecido.
También nos acercamos a La España vacía y nos explicó su doble concepto de despoblación y su verdadero sentido. Relató algunas anécdotas con políticos, encuentros y desencuentro con quienes querían incluir ese tema en sus programas…
Tras un buen rato en el que nos proporcionó una gran lección vital, finalizó el encuentro despidiéndolo con un gran aplauso.

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