HALLOWE'EN 2018 HISTORIAS MACABRAS NARRADAS POR LOS ALUMNOS DE 1º Y 2º DE BACHILLERATO
La profesora de Lengua Castellana, Soledad Falero, ha llevado a cabo un taller de teatro en el que sus alumnos de 1º y 2º de bachillerato han narrado historias de terror a otros grupos del centro. La actividad se ha realizado en la biblioteca escolar, ambientada para la ocasión.
A contiunación os dejamos con la introducción que los chavales han hecho antes de empezar con Allan Poe, Bram Stoker, entre otros...
Puede
afirmarse que, aunque no queremos admitirlo, el miedo es una emoción, que ha acompañado
al ser humano durante toda su historia. Y no sólo sentimos miedo los humanos.
También las demás especies del reino animal, quienes al reconocer la presencia del
peligro asumen comportamientos de evitación, huida o ataque.
Los
temores que enfrentan los seres humanos no son los mismos en todos los lugares,
estos se expresan de acuerdo con las amenazas que experimentan a lo largo de su
vida.
Sin
embargo y a pesar de las reacciones que provoca, el miedo es necesario como una
voz de alarma ante los peligros existentes, de forma tal, que contribuye a la
supervivencia de las especies. Los antiguos veían en el miedo un castigo de los
dioses y los griegos divinizaron estas emociones en dioses como Deimos que
representaba el temor, y Phobos el miedo, esforzándose por reconciliarlos. A los dioses Deimos y Phobos correspondían las divinidades romanas Pallor y
Pavor.
Para
Sócrates, citado por Uribe (2002) , "el miedo no es más que la idea de un
mal inminente".
Más
tarde, el filósofo Sartre, señala que "todos los hombres tienen miedo,
todos . El que no tiene miedo no es normal, eso no tiene nada qué ver con el
valor".
Sea como
fuere, las historias de terror, los cuentos... han acompañado al hombre desde
el principio de los tiempos.
Ya en La
Odisea, de Homero, encontramos muchas confrontaciones entre Ulises y las magas;
en la Biblia hay consultas de Saúl a las brujas... y los antiguos textos
griegos recogen diversas historias de vampiros (las lamias).
Grandes
autores como Chaucer o Shakespeare incluyeron en sus obras algunas narraciones
de fantasmas...
Pero el
verdadero florecimiento de los cuentos literarios de terror llegará en el siglo
XVIII y será un anticipio de la novela gótica romántica del XIX.
Al otro
lado del océano, en los Estados Unidos, Washington Irving escribió numerosos cuentos
sobre fenómenos sobrenaturales regionales como “La leyenda de Sleepy Hollow” (o el
jinete sin cabeza) mientras en Europa triunfan los cuentos bizarros de
escritores como Hoffmann, algo más violentos que los ingleses.
Con el
inicio del movimiento romántico, surgido a comienzos del siglo XIX, aparecieron
dos íconos gemelos del terror: el “monstruo científico” y el vampiro.
Curiosamente ambos vieron la luz una misma noche, en una reunión consagrada a
la lectura de cuentos de terror. En 1816, el doctor Polidori acompañó a su
paciente Lord Byron en un viaje por Italia y Suiza. Durante el verano se
hospedaron cerca del lago Lemán, donde recibieron la visita del poeta Percy
Bysshe Shelley, su futura esposa, Mary, y su hermana política, Jane “Claire”.
Una
noche en el que la lluvia incesante obligaba a los cinco amigos a quedarse confinados
puertas adentro, decidieron comenzar la lectura en voz alta de un libro de cuentos
de fantasmas. Parece que tras la lectura Byron sugirió que cada uno de ellos escribiera
una historia de fantasmas para ver quien conseguía el relato más terrorífico.
Ganó
Mary Shelley y de dicho juego nacería poco después Frankenstein, publicado en forma
de libro dos años más tarde. El mito de su criatura se popularizó rápidamente,
y se consagró en la historia como uno de los grandes monstruos de la literatura
y del cine.
Grandes maestros del suspense y el terror serán Edga Allan Poe cuyas historias giranen torno al tiempo, a la muerte y sondean
al ser humano explorando el alma demoníaca de las personas comunes y de los
criminales extraordinarios, además de la patología que lleva al asesinato y la
confesión. Por ello no debe sorprendernos que la imagen de Poe, con su cuervo,
sea el logotipo del grupo Mystery Writers of America y de la Horror Writers
Association.
Muchos
escritores fascinados por el terror, siguieron la estela de Poe. Arthur Conan Doyle,
Rudyard Kipling, Guy de Maupassant, Henry James y Robert Louis Stevenson produjeron
numerosos relatos de este género, demasiados como para comentarlos aquí.
No
obstante, el punto más alto de la literatura de terror decimonónica llegará
cuando Bram Stoker –empresario y crítico teatral, y autor de ficción romántica
y de algunas historias menores de terror– publique Drácula , una obra tan
escalofriante que se ha convertido en el parámetro de todas las historias
posteriores sobre criaturas nocturnas.
Hoy, en
vísperas de la celebración de la noche de difuntos, (del Halloween de la
tradición celta) de esa noche en la que las fronteras entre la vida y la muerte
se difuminan, queremos invitaros a disfrutar de algunos de estos relatos...
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